Pastel de plátano

Mientras voy terminando de gastar tapers y pensando en el menú de la semana que viene voy a colgar una idea que me rondaba la cabeza y que la verdad es que ha salido buena: un pastel de plátano. Antes de nada conviene decir que el plátano ha sido siempre mi fruta favorita, pero que debido a su alto contenido en potasio era lo menos indicado para mí. Por ello, decidimos tratar el plátano como las otras verduras, y este ha sido el resultado.

Ingredientes (8 porciones):

6 plátanos

1 vaso de zumo de naranja

1/2 vaso de zumo de limón

8 cucharadas de azúcar (o su equivalente en sacarina)

1g. Vainilla en polvo

1 masa de hojaldre

1 huevo

La receta en sí es bastante sencillita. Pelamos los plátanos y los ponemos a cocer, cambiando el agua tras la primera cocción y volviéndolos a llevar a ebullición. Una vez cocidos, los sacamos del agua, los machacamos y los ponemos en un cazo junto con el azúcar, el zumo de naranja y el zumo de limón (por temas de potasio preferí usar zumos industriales, y el de limón es importante porque evita la oxidación de los plátanos y que se pongan negros). Los dejamos hervir a fuego medio-bajo mientras removemos hasta que quede una textura de compota (También se podría hacer mermelada, añadiendo más azúcar). Añadimos la vainilla para que de un poco de aroma. Precalentamos el horno a 220º durante diez minutos. Extendemos la masa de hojaldre sobre un papel vegetal, extendemos la compota de plátano y cerramos como si fuera una empanada. Batimos el huevo y pintamos toda la superficie del pastel con él. Horneamos 15 minutos a 200º y ya tenemos listo nuestro pastel.

Disculpad el perejil, pero me quede sin menta y necesitaba algo que diera color.